22 de agosto de 2015
En dos semanas estaré subiéndome al avión para viajar a Tokio. Serán dos semanas en las que habrá que concentrarse en no cometer ningún error que pueda resultar en una lesión.
Mi hombro izquierdo no ha cooperado recientemente. Desde abril traigo un dolor que no he logrado quitarme con medicinas ni terapia.
A mi regreso de España, Ariadna me mandó con Jorge Avendaño para que me pusiera ondas de choque. Jorge es un médico del deporte que tiene una de las mejores clínicas de rehabilitación que conozco. No sólo él y su equipo son excelentes médicos, sino que también brindan un excelente servicio. Su consultorio abre a las 6:45 horas, ofrece sesiones todo el día, incluyendo la hora de la comida, y nunca he tenido que esperar más de 3 minutos para que me atiendan.
En la terapia de ondas de choque, una onda de sonido de gran intensidad interactúa con los tejidos corporales. Esto conduce a una cascada de efectos positivos, como crecimiento interno de neovascularización, inversión de inflamaciones crónicas, estimulación del colágeno y disolución de la acumulación de calcio. La estimulación de estos mecanismos biológicos crea un ambiente curativo óptimo. A medida que el área lesionada regresa a la normalidad, se restaura la funcionalidad y se alivia el dolor.
La intensidad con que aplican las ondas depende de la etapa de la terapia en que uno esté y de la gravedad de la lesión. La terapia es un procedimiento doloroso, pero te enseña a concentrarte para soportar el dolor. Además, si de casualidad algún amigo coincide contigo, es una oportunidad para comparar umbrales, es decir, ver quién aguanta más.
Llevo cuatro sesiones, he ido mejorando y sólo espero que con las dos últimas mi hombro sane. Hoy nadé siete kilómetros en Las Estacas y mi hombro estuvo mejor a pesar de que no ha desaparecido el dolor completamente.
Veremos qué sucede. Me tranquiliza saber que llevo nadando 33 semanas y he acumulado casi un millón de metros. Cuando nado y cuando me despierto en la mañana hago ejercicios de visualización. Estoy listo para enfrentarme al Dragón Volador ( Tappi Misaki,竜飛岬o The Cape of the Flying Dragon); sólo debo cuidarme 3 semanas más.