Tappi, 12 de septiembre 2015

En toda espera hay que tomar un día de descanso. El viernes lo tomamos nosotros. Decidimos hacer dos cruces del estrecho de Tsugaru en un día, ambos en tren.

Modificamos nuestra rutina y pasamos el entrenamiento a las 6 horas. Pablo trató de zafarse con la excusa de que tenía que hacer sus ejercicios de ligas. No lo dejamos terminar: “los ejercicios se hacen mejor con vista al mar”, replicamos inmediatamente Nora y yo.

Al llegar al mar nos encontramos con la sorpresa de que el viento estaba soplando fuerte en esta zona, hasta ahora calmada. No había forma de salirnos de la zona protegida. Decidimos nadar los 400 metros de ida y vuelta varias veces. Aburrido, pero definitivamente más seguro.

Antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial se concibió la idea de construir un túnel que uniera las islas Honshuy Hokkaido. Las primeras demandas para que se materializara el proyecto fueron resultado del hundimiento del ferryToyamaru en 1954. Sin embargo, no fue hasta marzo de 1988 que inició el servicio de tren en el túnel Seikan.

El túnel tiene una longitud de 19.5 kilómetros y une los extremos más cercanos de las dos islas, Tappi Misaki en la península de Tsugaru (Honshu) y Shirakami Misaki en la península de Matsumae (Hokkaido).

De nuestro hotel nada queda cerca. La estación de tren está a 35 kilómetros que, traducido a velocidad de crucero en las carreteras japonesas, es un recorrido de alrededor de 45 minutos. El trayecto en tren a la ciudad de Hakodate nos tomó alrededor de 1 hora y 15 minutos.

Hakodate tiene actualmente una población cercana a los 280 000 habitantes. Es la tercera ciudad más grande de Hokkaido después de Sapporoy Asahikawa.

Hakodate  se fundó en 1454 y en 1854 se convirtió en la primera ciudad cuyo puerto se abrió al comercio internacional. Dado que esta ciudad era uno de los pocos lazos con el exterior, se abrieron varios consulados y templos de las iglesias ortodoxa, anglicana y católica.

Durante varias horas recorrimos la parte antigua de los muelles, hoy convertidos en una zona comercial con hoteles, restaurantes y tiendas. Lo más complicado del día fue mantener a Nora lejos de las tiendas. Lo único que supera su calidad como nadadora es su capacidad de compra.

Comimos tranquilos, nuevamente comida japonesa, pues no quisimos romper la racha que traemos. Tomamos el tren de regreso a las 17 horas y llegamos a las 19:30 al hotel.

Estábamos cenando cuando de repente veo a una persona levantarse a unas mesas de nosotros. Por su aspecto pienso que puede ser o árabe o indio. No entiendo qué hace en este lugar tan remoto del territorio japonés.

Cuando terminan de cenar, las personas que estaban en esa mesa se acercan y se presentan. Son el equipo indio que viene al cruce de Rohans More, cuya ventana son los días 13 y 14. Intercambiamos información brevemente y acordamos vernos al día siguiente a las 7 horas para ir a nadar.

Caminando al elevador caigo en cuenta de que el reto de los Siete Mares ya tomó fuerza y popularidad. Tsugaru empieza a ser paso obligado y se nota en la diversidad de los nadadores que hemos estado aquí el último mes: un estadounidense, un australiano, un indio y un mexicano. Dos de ellos ya cruzaron, los otros dos estamos en espera.